LA VERDAD DETRÁS DE LAS TARIFAS VETERINARIAS “ BARATAS ”
¿Por qué la mejor práctica no puede competir con la atención veterinaria Low Cost ?
En estos tiempos en que muchos presupuestos son ajustados, es natural tratar de obtener el mejor precio para cualquier cosa que compramos. Ya se trate de comestibles, servicios de telefonía, ropa, reparaciones de automóviles, peluqueros, productos, primas de seguros o cualquier otra cosa – todos buscamos comparar los proveedores para asegurarnos de obtener el mejor trato posible.
Conseguir la mejor oferta a la hora de comprar productos es fácil, especialmente si puedes comparar el precio de un artículo en una tienda con el de otra. Mismo producto – precio diferente. ¿Por qué no comprar en la tienda más barata ? Los productos se pueden comparar directamente.
Sin embargo – cuando se trata de «Servicios» – la comparación de un servicio en particular ofrecido por diferentes proveedores no es tan claro ya que existen algunas variables a considerar.
Comparación Productos vs Servicios
Tomemos como ejemplo un mecánico.. Todos revisamos regularmente nuestros coches porque no queremos que se averíen o causen accidentes cuando vamos a trabajar o a dejar a los niños en la escuela. ¿Pero todos los mecánicos cobran la misma cantidad por este servicio? No, no lo hacen. Pueden ser similares o podrían ser sustancialmente diferentes. ¿ Significa que siempre elegirías el más barato? Posiblemente no, mirarás el valor añadido.
.Algunas cosas que es probable que consideres son:
- ¿Es un mecánico bueno / experimentado? ¿Es un negocio con buena reputación?
- ¿Qué partes / servicios / pruebas están incluidos en el coste? ¿Utilizan piezas de buena calidad?
- ¿Qué van a examinar en mi coche? ¿Tienen equipos modernos para hacer esas pruebas?
- ¿Qué van a reemplazar durante un servicio estándar? ¿ Filtros de aceite / de combustible ? ¿Líquidos de parabrisas / frenos?
- ¿Ofrecen algún tipo de garantía después del servicio?
- ¿Actualizarán el registro de servicio?
- ¿Me darán un informe serio de lo que hay que hacer?
Así, pasando a los Servicios Veterinarios, estamos en el mismo barco que los mecánicos, los dentistas, los electricistas, los fisioterapeutas, los podólogos, los peluqueros y todos los demás negocios que viven de proporcionar servicios.
Ninguno de nosotros trabaja de forma gratuita por lo que los costes de mano de obra siempre se incluyen. Esto significa que las diferencias en el precio se deben principalmente a lo que rodea el servicio.
Para mostrar cómo se pueden reducir los costes en un servicio habitual, utilizaremos una esterilización como ejemplo.
Nuestras estimaciones de los honorarios para esterilizar un animal incluyen:
1.Análisis de sangre preanestésico – para verificar si existen problemas internos que puedan afectar la seguridad de la anestesia.
2.Tratamiento intravenoso de líquidos – para ayudar a mantener la presión arterial y la temperatura durante todo el procedimiento. También les ayuda a despertar más suavemente sin sentir náuseas ni estar deshidratados.
Al eliminar estos dos elementos ya hemos reducido nuestros costes en alrededor de 120.00 €.
Entonces, ¿dónde podemos ahorrar dinero?
- Podemos eliminar la supervisión de un profesional a su mascota durante la anestesia. (Ahorramos costes laborales).
- Podemos administrar los anestésicos más baratos. Ahorramos unos cuantos euros.
- Podemos dejar de lado medicamentos que quiten el dolor incluidos en la premedicación. Ahorramos otros pocos euros.
- Podemos ahorrar en los kits estériles del instrumental quirúrgico preparados individualmente compartiendo un kit entre muchos pacientes o apenas desinfectándolos en lugar de abrir otro. Ahorramos al menos 20 €.
- Podemos eliminar la supervisión electrónica vital de su mascota que monitoriza los signos vitales tales como respiración, frecuencia cardíaca y presión arterial durante la intervención quirúrgica.
- Podemos eliminar el coste de los guantes estériles, mascarillas y batas que ayudan a minimizar la contaminación de la herida abierta que creamos. Ahorramos otros pocos euros
- Podemos ahorrar las medicaciones para los días posteriores. Otros pocos euros más.
- Podemos utilizar materiales de sutura más obsoletos.
- Podemos dejar a su perro recuperarse después del procedimiento sin supervisión. Una vez más ahorramos en costes de mano de obra.Si hacemos esto – sin duda se convertiría en una buena opción para tener un precio más barato para esterilizar su mascota.
El hecho triste es que el dueño de la mascota no tiene ni idea de lo que sucede de puertas para adentro.
Nada de lo que se menciona arriba lo sabrás cuando recojas a tu perro después de la operación. Aceptas el hecho de que tu perro estará un poco desorientado y dolorido después de la cirugía y no debería ser así.
Te sentirás contento porque has conseguido un fantástico precio, sin embargo, tu perro paga el precio final a través de su sufrimiento innecesario.
Lo sentimos si todo esto suena un poco duro, pero realmente no hay otra manera de conseguir que se entienda. Demasiadas veces escuchamos a la gente cantar las alabanzas de los low cost diciendo cuan cuidadosos y compasivos son, simplemente porque son tan baratos.
En nuestra opinión no hay nada compasivo en hacer recortes que afecten directamente a la seguridad y bienestar del animal bajo cuidado veterinario.
Pero ¿qué pasa con las leyes?
Los únicos requisitos para los procedimientos quirúrgicos es que se realicen bajo anestesia y en un entorno clínico. El resto es opcional y se basa en las opciones de veterinario individual y cómo quieren posicionar su práctica en el mercado.
En última instancia, la elección final es tuya. Tú decides el nivel de cuidado que deseas para tu mascota y lo que le conviene.
Simplemente no esperes que aquellas clínicas que inviertan en equipos modernos, educación continua para sus empleados y se comprometan a proporcionar altos estándares de calidad para sus pacientes tengan los mismos precios que los centros Low Cost..
Traducido por Jorge P. Pascual (presidente de CEVE) de:
A todo lo dicho en el artículo hay que añadir, en el caso de España, el incumplimiento de las normas laborales, fiscales y profesionales sin que exista un alto riesgo de penalización (riesgo cero en el caso de que la acción sancionadora dependa del Colegio de Veterinarios).
Si en vez de contratar al veterinario lo mantengo como autónomo, si le pago por debajo del salario mínimo fijado por ley para el grupo A, si hago clínica privada bajo el paraguas de una Fundación, si voy a domicilio y no estoy dado de alta como trabajador o autónomo, si no declaro mis ventas y no pago IVA, si no cumplo el reglamento de clínicas veterinarias… puedo bajar mis precios hasta en un 50%.
Muchos servicios «low cost» solo son posibles bajo estas premisas, pero también por la tolerancia que todos tenemos hacia estas irregularidades que hacen un enorme daño a nuestra profesión y a la reputación de los veterinarios. Si queremos cambiar el panorama es hora de empezar a denunciar estas actividades ilícitas y hora también de exigir a nuestro Colegio que deje de mirar para otro lado y haga cumplir el Reglamento del ejercicio profesional.
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Como bien dice el artículo, el propietario del animal no sabe lo que ocurre puertas adentro, entonces ¿quien me garantiza que el que resulta ser más caro no se ahorra todo el material para aumentar su margen de beneficio?
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Debería de garantizarlo la ley, que por desgracia aquí en España, brilla por su ausencia. En cualquier caso los propietarios son libres de decidir donde operar a sus mascotas e incluso podrían solicitar ver las instalaciones antes de decidirse. El problema es que a muchos solo les importa el dinero y no piensan en las posibles consecuencias de no hacer bien las cosas.
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Marcos,
más del 80% de los costes de servicios veterinarios son fijos. Esto incluye equipamiento, instalaciones y personal. Visitar la clínica y sus instalaciones ofrece una idea aproximada de los medios/personal con los que cuenta la clínica (por su elevado coste, no es habitual tener medios que no se utilizan ni profesionales capacitados y con experiencia sin trabajar).
Adicionalmente el Reglamento del ejercicio profesional define los medios con los que hay que contar para realizar los diferentes actos clínicos. Que se esté incumpliendo, como sucede actualmente, es una vergüenza para nuestra profesión y para el Colegio que nos representa.
Del mismo modo la exigencia de funcionamiento real del comité deontológico del Colegio de Veterinarios (ineficaz en este momento) debe suponer un mecanismo de control sobre las actuaciones profesionales negligentes o ilegales. Países como Gran Bretaña (Royal Veterinary College) son ejemplares en este sentido.
Y, por supuesto, debemos exigir que todos trabajen bajo el marco legal vigente en materia laboral y fiscal.
Cumpliendo lo anterior, cada uno puede poner los precios que considere oportuno. Pero lo cierto es que, hoy por hoy, hay una correlación muy frecuente entre precios bajos e incumplimiento de las normas profesionales y legales.
Existe, en este momento, un gran descontento entre los profesionales veterinarios por el deficiente funcionamiento de los mecanismos de control del Colegio de Veterinarios y por la impunidad con la que algunos veterinarios y Asociaciones incumplen la legislación laboral y fiscal. Pero mientras ese descontento no se transforme en un movimiento que obligue al Colegio a hacer cumplir las normas profesionales y a los veterinarios / Asociaciones a cumplir las normas legales, será difícil que sobrevivan las empresas y veterinarios que realizan un correcto trabajo clínico cumpliendo las normas. El escenario futuro, si nada cambia, no será bueno para la profesión ni para los pacientes.
Las herramientas ya las tenemos pero pocos de los que se quejan las utilizan. Existen asociaciones empresariales empeñadas en mejorar nuestro sector y, en cuanto al Colegio, tenemos la capacidad de exigirle el cumplimiento de las normas (si es necesario denunciando su actuación) o promover el cambio de la Junta directiva si se demuestra ineficaz.
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